jueves, 24 de septiembre de 2009

Conozcan a Lola


Hola, mi nombre temporal es Lola (nadie sabe mi nombre real); fui encontrada el domingo 20 de septiembre, aterrorizada. Me habían golpeado y asustado.Yo recordaba que tuve una casa y gente buena que me daba comida y techo. De pronto ya no tenía nada, salvo hambre, sed y miedo.

Un par de humanos me acogió en su casa y me dan comida, agua y una casita. Lamentablemente ellos tienen muchos animales de esos que a mi no me gustan (gatos les dicen). Me dan miedo y me tratan de rasguñar.
Yo lo que busco es una casa definitiva; una donde me puedan querer mucho porque soy muy cariñosa y fiel. Además soy una buena guardiana, ladro fuerte a la gente extraña que merodea por la calle y se acerca mucho a la reja.

Si me puedes acoger en tu casa estaré para siempre agradecida y te daré toda mi lealtad y cariño por el resto de mi vida.

¡Ah! Me olvidaba, los humanos me entregan esterilizada y desparasitada y me pueden llevar a donde sea (en territorio nacional)

Un abrazo peludo
Lola

(este es un mensaje que recibí por correo electrónico, de parte de mi amiga Andrea, quien tiene a la perrita en su casa.)


 

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Y seguimos trabajando....

Sigo trabajando en arreglar este blog.  Nunca pensé que me daría tanta pega. 
Reconozco que ya no pude hacerlo todo sola y tuve que pedir ayuda:  Eulalia, de "Tuneando el blog" me ha asesorado gentilmente ayudándome a dilucidar misterios que para mi estaban totalmente vedados. 
El Cbox que estaba a un costado de las entradas lo borré porque nunca me gustó ni le encontré mucha utilidad  y porque si lo puse ahí fue porque al profe se le ocurrió que tenía que estar, como uno de los requisitos para la nota. A quienes me dejaron su comentario ahí, aparte de agradecerles el apoyo, les cuento que sus palabras fueron reubicadas en la sección de comentarios al pie de las entradas correspondientes.  
... y vendrán mas cambios....
 

domingo, 20 de septiembre de 2009

El día que dejé de escribir


Cuando era chica me gustaba escribir harto.
Por eso, escribí un diario desde los ocho años, más o menos. 
Ya mas grande, tenía un cuaderno bien artesanal, donde iba ensayando frases, poemas y todas esas cursilerías que a uno le gusta escribir y que después comparte con las amigas. Se podría decir que ese cuaderno fue para la época, mas o menos lo que esta página es hoy.  Aunque a los 17 años, todo lo que uno escribe es confidencial, y ahora, eso da un poco lo mismo.
Lo malo fue que un día, mi mamá leyó algo de lo que yo había escrito, y me lo hizo saber.  
Desde ese momento, la idea de que mis cosas no eran mías y de que mi privacidad en realidad era una ilusión óptica, me volvió loca. Tanto, que salí a la calle con la bolsa de basura más grande que encontré, donde iban todos mis escritos, fueran secretos o no.  Caminé varias cuadras con ella, hasta que, con el dolor de mi alma,  la tiré por ahí, en un basurero donde consideré que ya nadie podría leer lo que era mío.  Al menos nadie que me conociera.
Así fue que mis cosas llegaron a la basura.   
Ese día juré no volver a escribir mis intimidades, y lo cumplí a cabalidad (hasta ahora).
 

sábado, 19 de septiembre de 2009

Un diálogo real.

Ignacio:  Mamá, ¿quieres chocolate?
Yo:  No hijo, muchas gracias.
Ignacio:  ¿Quién eres y qué le hiciste a mi mamá???


lunes, 14 de septiembre de 2009

No entiendo

Seis meses en campaña para que la gente se fuera a inscribir a los registros electorales, y ayer, último día, a todos les bajó la urgencia.  Las oficinas de registro colapsaron, algunas estuvieron inscribiendo gente hasta como las 10 de la noche, y aún así no alcanzaron a inscribirlos a todos.
 
No entiendo...  

Pluto y Coraje

Cuando tenía como cinco años, mi hermana mayor y yo recibimos sendos peluches para Navidad:  a mi me regalaron un perro café, blandito, de orejas caídas y patas lacias, ideal para dormir con el.  Mi hermana a su vez, recibió un oso de esos gigantes, duro, y en realidad era un cacho porque no servía ni para jugar, ni para dormir... sólo para tenerlo de adorno sobre la cama.
El caso es que ella no encontró nada mejor que apoderarse de mi perro, lo que en realidad no me importó demasiado porque probablemente estaba ocupada con otros regalos que en su minuto me parecieron mas entretenidos. 
De ahí en adelante siempre asumí que el perro era de ella aunque tenía claro que me lo habían regalado a mi.  
Haciendo gala de toda su originalidad mi querida hermana lo nombró "Pluto".  No sé cuánto la acompañó, me imagino que muchísimo, incluso la abuelita le tuvo que efectuar una compleja cirugía reconstructiva de la nariz, para corregir las huellas del tiempo.
Pasaron los años y a mi hermana le llegó al momento de  casarse, y por supuesto,  se llevó al  Pluto. Supongo que hasta hoy, lo tiene por ahí cerca de su cama.
Un día, llegó con un regalito para mi:  un perro de peluche, de orejas caídas y patas lacias.  También era ideal para dormir con él, su pelo suavecito, su color clarito...  estaba saldando esa vieja deuda:  me estaba devolviendo al "Pluto".  
Pero tal es mi destino, que en cuanto la Anto, mi hija, fue capaz de caminar, se apoderó de ése, mi segundo perro de peluche.  Más tarde, haciendo gala de toda su originalidad lo nombró "Coraje", como el perro cobarde. 
Ahora, a sus siete años, Coraje es el primero en la mochila a la hora de hacer equipaje.  No puede faltar.  Se lo tengo que buscar cada vez que se pierde.  En el día no juega con el, pero ella sabe que ahí está, disponible cuando lo necesite. Mas adelante seguramente va a mirarla escribir en su diario y cosas por el estilo.  Cuando se case se irá con ella y tal vez entonces, me  regale un perrito para saldar su deuda.
Seguramente ese tercer perrito me lo va a quitar mi nieta.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Mi semana

Domingo por la tarde.  Mi semana ha sido intensa.  Durante los últimos siete días he sido:
la madre paciente que da amor y bendiciones a los niños,
la costurera que se las ingenia con los disfraces de fiestas patrias (y sale airosa)
la profesora que enseña a multiplicar y a dividir (si, yo y los números)
la esclava que vive recogiendo juguetes del piso
la sicóloga que trata de entender y de hacer entender.
la diseñadora que investiga cómo amononar el blog
la decoradora que siempre está buscando mejoras para su hogar
el maestro chasquilla que arregla de todo un poco con creatividad y no mas clavos.
la estudiante que comenzó su segundo curso del diplomado
la amiga que sale de happy hour con sus nuevas amigas de la U.
la secretaria que trata de seguir el paso de su jefe.
la hija que monitorea de cerca a sus viejitos papás.
la nuera que le sopla a su marido cómo recibir a los papás con una sorpresa.
la esposa que recorta un tiempito para ir a almorzar con su marido
Finalmente, la reina de la casa porque si yo no estoy, ni la luna se levanta de su cama y cuando yo estoy,  deambulo por el departamento con un séquito de niños y una perrita detrás mío, si me escondo en el dormitorio, lentamente uno por uno todos comienzan a llegar.
No sé si lo he hecho bien o mal, seguramente no he sido perfecta, pero estoy segura que he salido al menos bien, ya que terminé la semana sin volverme loca. 

sábado, 12 de septiembre de 2009

Sigo tratando

En estos días, se verán muchos cambios por aquí... sigo a patadas con los html y las url, pero estoy aprendiendo y de a poco esta página me va quedando mas bonita.  (Y lo he hecho todo yo solita...)

jueves, 10 de septiembre de 2009

martes, 8 de septiembre de 2009

La cucaracha....

Hace un par de meses, fui con mis compañeros de trabajo a almorzar a uno de esos típicos locales donde dan colaciones, ubicado en Enrique Foster casi llegando a Apoquindo. Ibamos por primera vez con la esperanza de encontrar un lugar donde pudiéramos almorzar comida decente ya que estábamos hartos de sandwiches y ensaladas desabridas. 
 
Estábamos en lo mejor haciendo la fila, varios de mis compañeros ya estaban con sus platos en las bandejas, cuando de repente veo en el mesón de las ensaladas la mas asquerosa y brillante cucaracha, paseando patudamente entre los platos con las entradas.   Nadie mas la había visto.  Reprimí la expresión de asco y en mi fuero interno sopesé durante los treinta segundos que me daba la situación, si debía decirlo o quedarme callada...
 
Si lo decía, iba a dejarlos a todos sin almorzar, ni en ese local ni en ningún otro (dada la sicosis de asco general que se iba a generar)
 
Si no lo decía.... mmmm. ¿qué más podía pasar si no lo decía?
 
Así que en ese minuto, presionada por las circunstancias, tomé la decisión de quedarme callada. 
 
Casi no probé mi almuerzo, convencida de que estaba haciendo lo correcto, permitiendo que los demás almorzaran beneficiados por ese dulce estado de ceguera cognitiva en el que se encontraban. 
 
Después de unos días, les dije que nunca más podríamos ir a ese local, y tuve que contar lo sucedido: craso error, hasta el día de hoy no me bajan del columpio.  Por lo menos se lo tomaron con humor, aunque igual adivino en algunas personas una doble lectura como:  "puta que soi paleteá" 
 
Moraleja 1:  Hay cosas que es mejor callar hasta la muerte.
 
Moraleja 2:  Nunca tomar decisiones bajo presión.
 
Moraleja 3:  No almorzar en Enrique Foster con Apoquindo.
 
 
PD.: Este tema me resulta tan asqueroso que ni siquiera pude poner una foto.  Guácala.
 

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La bendición, por Santiago

Todas las noches, mi mamá me cambia el pañal y me pone pijama. Yo creo que eso lo hacen todas las mamás. Lo raro es que después, mi mamá, mi papá y mis hermanos me tocan la frente y murmuran algo... no sé lo que murmuran, pero para no ser menos, ahora yo también les toco la cabeza a ellos. No digo nada en todo caso, porque no estoy seguro para qué sirve esto.

Aunque hoy esté lloviendo

Una vez mas se comprueba que por muy crudo que haya sido el invierno... siempre, siempre vuelve la primavera, el sol se comienza a sentir y mi calle se llena de flores otra vez.