viernes, 20 de mayo de 2011

Invisible

A veces me parece que no existo, o que la gente que me rodea no me ve.   Tal vez soy muy pequeña y no lo he notado, o tal vez están tan ocupados y yo no soy de su interés.  Cuando hablo no recibo respuesta, como si mi voz fuera una brisa o un sonido mas del ambiente, cuando opino los demás siguen hablando, haciendo caso omiso de mis palabras.  En el metro se paran sobre mi, espalda con espalda o brazo con brazo, y yo pienso:  "hey, aquí estoy yo, ¿no me ves?"... pero no lo digo en voz alta, porque mis palabras se diluyen, como siempre.
Curioso, no lo sabía, tengo el talento de hacerme invisible.

jueves, 19 de mayo de 2011

Desde Barbies y no Barbies hasta Blythe y no Blythe


Conocí las Barbies a los seis años, cuando comencé el colegio.  Mi papá me las compraba cada vez que yo quería, y yo era feliz jugando con ellas, sin embargo, todo cambió cuando mis compañeras me abrieron los ojos y se encargaron de mostrarme que mis Barbies no eran originales:  No tenían el nombre Mattel marcado en la espalda.  Y claro, las Mattel eran todas mas bonitas, sobretodo, sus pelos eran de mejor calidad, no se echaban a perder con el agua (requisito indispensable para una niñita que gustaba de lavarle el pelo a sus muñecas) y se mantenía sedoso y brillante no matter what. 
Yo seguía disfrutando mis muñecas falsas y pasando tardes enteras entretenida con ellas, pero era como un placer culpable, casi me daba verguenza mostrarlas.  Yo creo que el punto era que mis papás no estaban dispuestos a gastar un dineral en una muñeca tan cara, al fin y al cabo sólo era un pedazo de plástico. Gran lección en todo caso, porque ahora yo soy igual.  
Creo que quedé un poco con una tranca por este tema, y mas de una vez me han pillado "peinando la muñeca" o mejor dicho, amononando las Barbies de mi hija... es que yo cuidaba mucho las mías, y me da pena ver cómo ella, que ha tenido la suerte de tener puras mattel, las maltrata, las tiene piluchas, sin cabeza, el pelo marchito... qué ironías de la vida.
Bueno, partí este post pensando que ahora estoy repitiendo la historia, y no con mi hija precisamente, sino conmigo misma.  Me ha entrado que quiero una Blythe... sí, es que son taaan lindas!!! ya sé que soy cabra chica, y siempre lo seré, eso está asumido, pero bueno. Y como no podía ser de otra manera, no puedo permitirme comprar una original, ya que lo mínimo que valen son alrededor de 200 dólares... mucha plata para ser una muñeca.   
Hace poco descubrí que existen las Blythe de imitación... "Blybe", así que manos a la obra, a buscar en Ebay (porque en Chile no existen).  El domingo me compré una.  Tengo que esperar no sé cuanto tiempo a que llegue.  Y seguimos con las imitaciones o alternativas si la quieren llamar así, la diferencia es que esta la puedo cambiar entera para dejarla lo mas parecida a una original... otra vez.
Saludos,  

martes, 17 de mayo de 2011

¡¡Estoy de vuelta!!

Siempre supe que iba a volver.  No ha pasado un sólo día sin que piense qué escribir.
En parte, se me acabó la inspiración, en parte me cansé de hurgar en el pasado y en parte también el tiempo se me pasa volando y es increíble cómo se ha ido mas de un año y yo postergando día a día mi próximo post. Debo reconocer también, que no suelo ser muy constante con mis cosas, es común en mi, esto de tomar, dejar y retomar después. 
Por lo menos, no tengo seguidores aún, lo que implica que no hay nadie que lea mis explicaciones. 
Solo puedo volver y ya... Y aquí estoy a ver si me inspiro para seguir contando la vida.