martes, 13 de octubre de 2009

La foto que no tomé


Lunes 12 de Octubre, el regreso de un fin de semana largo de playa, en la casa de los tatas. Autopista del sol, 18:00 hrs.  calor, taco, lata.  Los tres porotines durmiendo en el asiento trasero del auto, el mayor, ya entrando en la preadolescencia pero tan niño todavía, todo chueco, apenas cabe, por hacerle espacio a su hermana; la princesita, preciosa ella, sentada con sus ojitos cerrados, y el bebé, en su sillita especial,  mojado en transpiración.
Todos con carita de ángeles, todos con las mejillas coloraditas, todos soñando con el rico fin de semana. Y mi cámara en la maleta, cero posibilidad de acceder a ella sin despertarlos.  Me hubiera gustado poner una foto de ellos aquí, y congelarlos así, durmiendo, mientras todavía son chiquititos y los tengo bajo mis alas de mamá gallina.  Quién sabe si se repetirá este momento cálido y feliz, a ver si tengo la posibilidad de nuevo, de tomar la foto que me perdí.


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