sábado, 5 de diciembre de 2009


A veces me pregunto por qué tenemos que ser tan diferentes, hombres y mujeres.  Por qué unos tienen que ser de Marte y las otras de Venus, cuando se supone que estamos hechos para convivir armónicamente en un mismo planeta:  la Tierra.  Nosotras no logramos asumir que no todo tiene que ser tan complicado como lo vemos, y ellos no logran entender que no todo es simple.   Es como hablar en chino a un francés...
En días como éste, me parece que el amor de los libros y las películas en realidad nunca ha existido.  Que todo lo que tenemos es una tregua, nada más.

1 comentario:

  1. Sabias palabras Claudia. He pasado varios días como ese, sin embargo, hay muchos más en que la comunicación y el entendimiento fluye, a pesar de las diferencias. Creo que realmente no logramos comprendernos, pero nos acostumbramos a vivir con nuestras diferencias y a aceptarnos, al menos momentaneamente...

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