martes, 24 de noviembre de 2009

San Pedro de Atacama


Por estos días, estuve en San Pedro de Atacama, por razones de trabajo.  El entorno natural es maravilloso:  el Salar de Atacama, Valle de la Luna, Valle de la Muerte, los Géyseres del Tatio...  en el marco de algunas de las cumbres mas altas de la cordillera de los Andes.

El pueblo atacameño ha habitado el lugar por alrededor de 11.000 años, y aunque el poblado en sí mantiene construcciones y fachadas originales, me parece que son sólo eso: fachadas.  

Todo es una industria.  Como Disneylandia.  Como la Isla de la Fantasía.  La tónica es:  Europea se junta con Atacameño o Santiaguino, y emprenden una pequeña empresa:  de comida, alojamiento, artesanía...  todo con sabor a rústico, y muy caro, porque es para turistas. Así se va perdiendo.

Sentí que estaba en una maqueta hecha para los turistas.  Sentí que nada ahí era auténtico, que todo era a propósito. De hecho, casi no se ven lugareños... sólo turistas en su mayoría europeos.

¿Por qué no se ha respetado la identidad de este pueblo?  ¿Por qué está lleno de hoteles top con observatorios propios, de agencias de turismo y de restaurantes con letreros en inglés en la vereda? 

¿Por qué un lugar donde los habitantes originales tienen el pelo oscuro, la piel gruesa y morena, está lleno, repleto de rubios? 

Entiendo el progreso y la industria del turismo, pero creo que se puede progresar respetando y se puede visitar sin invadir.

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